jueves, 18 de octubre de 2012

Ángel, sólo tienes que avisar...

Ha sido una mañana inolvidable
como todas las que pasan en un parque.
¿No serás tú? ¿No serás tú?
Quizás no importa el sitio y eso está de más.

Si de todos mis delirios y mis cuentos
sólo el tuyo ha mejorado el argumento,
¿No serás tú? ¿No serás tú?
Quizás no importa el tema y eso está de más.

Ahora me escondo y te observo y te puedo decir:
Yo mataré monstruos por ti,
sólo tienes que avisar,

Ya hace algún tiempo salté y caí justo aquí.
Aquellos safaris sin fin
se esfumaron sin avisar.
Hoy lo he vuelto a notar,
cada nube es un plan,
se transforma al viajar
y no pesa y se va.
Somos nubes, no más.

Como hojas que danzan al viento,
así nos elevará el tiempo y os hará rodar
y rodar y rodar y rodar y rodar...

Como hojas que danzan al viento,
así os recogerá el tiempo y os hará rodar
y rodar y rodar y rodar y rodar...

Como hojas que danzan al viento,
así os recogerá el tiempo y os hará rodar
y rodar y rodar y rodar y rodar...

Como hojas que danzan al viento,
así os recogerá el tiempo y os hará rodar
y rodar y rodar y rodar y rodar...

Nunca hay final, no hay final,
no es verdad, es verdad.

Nunca hay final, no hay fnal,
no es verdad, es verdad.



No hay comentarios:

Publicar un comentario